En estos últimos años se viene detectando la aparición de una nueva franja social, que años atrás no existía: la gente que hoy tiene entre 65 y 80 años. Esta generación no se reconoce con el término “envejecer”, como hacían antes sus generaciones anteriores, cuando cumplían 65 año se jubilaban a nivel laboral y se convertían en los abuelos que se hacían cargo de sus nietos, salían a pasear por sus municipios, se reunían en el casino municipal para jugar y/o leer el periódico…
Esta nueva generación poblacional es una verdadera novedad demográfica, parecido a cuando se identificó la etapa evolutiva de la «adolescencia«, que también fue una franja social nueva, que surgió a mediados del S.XX, para dar identidad a una masa de niños crecidos con inquietudes por despertar su propia autonomía, determinación y forma de expresión verbal y corporal.
Este nuevo colectivo social de entre los 65 y 80 años de edad, son hombres y mujeres independientes, orgullosos de sus vivencias y metas conseguidas de bienestar gratamente satisfactorios con su esfuerzo y trabajo producido, sintiéndose plenos y que incluso ni se jubilan y siguen trabajando a pleno rendimiento en de su trabajo laboral ejercido durante toda su vida activa.
Los que optaron por jubilarse, ahora disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, creciendo desde adentro, disfrutando de su ocio después de muchos años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos acontecidos… Ahora el contacto con un hijo o un amigo puede ser diario, dando igual en que parte del mundo esté, ya que lo que antes era lejos, ahora se acerca con un simple clic en los dispositivos electrónicos.
Hoy esta gente entre 65 hasta los 80 años, está estrenando una etapa de vida que todavía NO TIENE NOMBRE. Años atrás los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, gozando casi de la plenitud a nivel físico e intelectualmente. Y a los que han ido perdiendo habilidades, la sociedad ha avanzado tanto que les está proporcionando servicios como el Servicio de Ayuda a Domicilio o SAD, residencias, centro de día, ortésica, ortopedia, avances médicos… que hacen que sus vidas sigan disfrutándolas en su plenitud acorde a sus facultades.
La gente de 65 a 80 años de hoy disfruta del sol de cada mañana, sonriendo para sí misma y haciendo planes con su propia vida.
Siguen disfrutando de la vida plena y satisfactoriamente.